Desde que era una niña siempre había
querido bailar en una academia, pero mis papas no me dejaron porque decían que
yo era demasiado pequeña y me podían golpear, lo único que hacía era encerrarme
en mi cuarto, ponía música y baila yo solita, pase casi toda mi niñez diciéndole
a mis padres que quería estar en una academia, sin embargo no los pude
convencer, entonces participaba en todos los actos cívicos bailando o en
cualquier otro punto artístico en el colegio, cuando llegue a bachillerato mis
papas ya me daban más permiso y decidí buscar algún grupo coreográfico, pase un
par de semanas buscando al grupo indicado y me llamo la atención uno llamado
Beyond, recuerdo que llegue al lugar donde ensayaban para hacer una audición y
me eligieron, estaba tan feliz porque había logrado lo que tanto quería, forme
parte de ese grupo por 4 años, conocí muchas lugares de mi país, personas,
trabaje con algunos artistas de El Salvador y con empresas como Huawei y Pollo
Campero gracias a este último fui a
Guatemala, cada una de esas experiencia han sido maravillosas e disfrutada cada
una de ellas, incluyendo los triunfos.
Muchas personas me preguntaban ¿Para
qué bailas? Si no ganas nada y además te golpeas, yo respondía que era algo que
a mí me gustaba, es difícil pero en cada ensayo siempre lo daba todo, me
golpeaba las rodillas, en algunas ocasiones terminada sangrando de tanto raspón,
pero no me importaba porque también me desestresaba, al momento de ir a una presentación y ponerte
ese traje y maquillaje era lo mejor, siempre me ponía nerviosa como si era la
primera vez que bailaba, ver al público aplaudiendo después de cada presentación,
era una sensación única, me sentía de lo más feliz y ahora que ya no bailo
extraño mucho eso, me salí para dedicarme a mis estudios, pero tengo planeado
regresar muy pronto y primero Dios así sea.
👏💜
ResponderEliminarMe encantó como hablas del descubrimiento de tu don artístico, sigue así.
ResponderEliminarEs increible tu historia sobre el baile.
ResponderEliminar